Vuelve el barco regasificador a Bahía Blanca después de dos años y pagarán u$s 12 millones

Vuelve el barco regasificador a Bahía Blanca después de dos años y pagarán u$s 12 millones

Después de dos años y medio, un barco regasificador volverá a instalarse en el Puerto Ingeniero White de Bahía Blanca el miércoles 26 de mayo para que la Argentina pueda contar con mayor cantidad de Gas Natural Licuado (GNL) disponible y reemplace importaciones de gasoil y fuel oil, combustibles que son más caros y contaminantes.

YPF, que actuó por cuenta y orden de la empresa estatal Integración Energética Argentina (IEASA, ex Enarsa), adjudicó este martes por u$s 12 millones la licitación internacional a la firma estadounidense Excelerate Energy, que compitió hasta último momento con la francesa Total.

La regasificación es un proceso por el cual se convierte el gas licuado que se transporta a una temperatura de -161° C (menos 161 grados Celsius) en barcos desde Qatar, Trinidad y Tobago, Australia y Estados Unidos mediante el calentamiento hasta los 15° C, lo que expande su volumen 600 veces y permite inyectarlo en los gasoductos.

El Exemplar será el segundo barco regasificador que tendrá disponible el país, ya que el Expedient, ubicado en Escobar, nunca dejó el país.

En cambio, el Exemplar fue despedido en octubre de 2018 por el ex presidente, Mauricio Macri, y el entonces secretario de Energía, Javier Iguacel, como signo político de esos tiempos: Argentina dejaba de importar gas para pasar a exportar, gracias al fenómeno Vaca Muerta.

De hecho, YPF contrató una barcaza a la compañía belga Exmar para realizar el proceso inverso: licuar el gas y exportar hasta 2,5 MMm3/d.

Entre 2019 y 2020 vendió cinco cargamentos (uno de ellos a IEASA), pero tuvo que cancelar el contrato por su inviabilidad técnica y pagó u$s 150 millones a mediados del año pasado, que le evitaron a la petrolera perder casi u$s 850 millones durante los próximos 8 años.

Si bien la fortaleza de ese mensaje de Macri e Iguacel era evidente (dejar atrás una etapa y convertir a la Argentina en exportadora de energía, con un saldo comercial favorable), técnicamente esa decisión implicó otros costos en los últimos años.

Por una parte, la Argentina se ahorro de pagar todos los días del año u$s 150.000 por la permanencia del buque -ahora costaría u$s 122.500 exclusivamente en el invierno-.

No obstante, al no contar con una vía para garantizar la seguridad energética al menor costo posible, el país necesitó utilizar gasoil y fuel oil importado para generar energía eléctrica, con lo que se encareció el funcionamiento del sistema.

La producción local de gas natural ronda ahora los 115 MMm3/d y viene en caída desde hace un año, por distintos motivos como el congelamiento en pesos del precio del gas (que derivó en una reducción en dólares hasta los u$s 2,30 por millón de BTU hasta diciembre de 2020), y el recorte a los incentivos como la Resolución 46/2017.

La puesta en marcha del Plan Gas 4 tardará unos meses en dar los resultados deseados y revertir este cuadro.

Asimismo, la demanda en verano es de aproximadamente 100 a 110 MMm3/d, lo que deja saldos exportables, pero en invierno trepa hasta casi 180 MMm3/d, situación que obliga a importar gas durante al menos cinco meses al año.

Es por esto que en los meses más fríos de 2021 la Secretaría de Energía estima que el 26% del gas que se utilizará provendrá del exterior, como de Bolivia o del propio GNL.

En términos políticos, puede entenderse como una debilidad política y otro cambio de rumbo estratégico en la energía. Pero técnicamente es difícil de cuestionar.

Las compras de gas licuado podrían alcanzar los u$s 1000 millones este año. En una primera tanda, el Gobierno se aseguró provisiones por u$s 330 millones de gas licuado que ya está en Escobar.

Fuente: www.cronista.com

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